miércoles, septiembre 27, 2023

No siento motivación ni deseo alguno de moverme. Rastros de miedo y ansiedad ante la posibilidad de salir al mundo. Tirito a pesar del día soleado. No quiero ver rostros ni escuchar voces o risas. Ansío recluirme. No volveré a hablarle a P. Me avergüenza haberme abierto tanto, me arrepiento. Quizá sea como Ana Frank confiándole mi intimidad a un diario.
El pasto me toca los pies desnudos. Observo un árbol lleno de hojas verdes. Se esconden, detrás, ligeras nubes blancas. Distingo en lo alto un ave pequeñísima, de cuello anaranjado, que sobrevuela. Me entretengo hasta que de pronto aparece un moscardón. Un moscardón que bien podría ser un pensamiento intrusivo. Sombra. Intento aferrarme a algo que no me duela.
Ayer leí Descripción de un estado físico, de Artaud. Fatiga, fragilidad y la cara interna del labio inferior destrozada por mis dientes. Estoy cansada y preocupada por todo. He sentido que no soy completamente mía, que estoy un tanto perdida, que no sé cómo describirme o estimarme.
Mi cabeza proyecta en instantes eternos el rostro de él. Me serenan sus facciones. Oigo su voz tan masculina, lo imagino hablándome. Está a mi lado o a millones de kilómetros, no puedo descifrar su mensaje (me encantaría hacerlo). P. no es el motivo real o la causa última de mi dolor. Me ahogo en el fondo del mar y la llave que abre el candado de la jaula no está a mi alcance. Alguien me aprisionó pero no pude verlo. Sufrir por desamor es mirar la inmensidad desde la orilla mientras reina el silencio, hasta que aparece el malo a clavarme una daga en el corazón (la daga es de mentira, está en el guion).
Mis párpados se caen como anhelando un sueño eterno. Me acurruco en posición fetal, con la certeza de que no despertaré en el vientre de mi madre, sino en este mundo en el que hace frío y llueve.
Aparece P. como un ancla, un refugio o una vieja confusión. ¿Es un bálsamo para mis heridas o un recordatorio constante de mi dolor? Es una sombra que se cierne sobre mi mente. Estoy atrapada en una espiral de pensamientos oscuros, melancolía, obsesión, soledad y desesperación.