lunes, septiembre 25, 2023
R. me preguntó si estoy viva (no lo sé, supongo). Dormí para evitar pensar en ello. Después de días o meses o años el sol toca mi piel. ¿Cómo explicarle al viento mi angustia? Vuelvo a la cama y recuerdo viejos amores. Anoche me miré al espejo: comprendo por qué P. no me querría jamás. ¿Podría sentir el agua deslizándose por mi espalda si estuviera muerta? Tiemblo como una niña abandonada debajo de la lluvia, preguntándome si alguien vendrá a rescatarme (sé que no). Viene su nombre como una ola, arrastrándome con maldad. Oigo que alguien relata mi historia: una mujer con una herida de bala (agregaría que en la tráquea).