jueves, febrero 29, 2024

Inanición, vacío. Ideación suicida. El filo de una cuchilla acariciando mi brazo izquierdo, o clavada en el centro de mi pecho. Mi carne infectada, mis huesos pudriéndose en un antiguo ataúd. Lágrimas confusas. Tiempo perdido, una cuenta regresiva a punto de llegar a su fin. Un error tras otro, la imposibilidad disfrazada de ser humano. El fenecer del deseo, el renacer de la tristeza. Una imagen que nace, vive y muere constantemente. Un amor que difícilmente puede convertirse en oro, en polvo, en odio. Dualidad. Las agujas de un reloj eternamente detenidas, mis párpados abiertos, mis dedos temblorosos, mis piernas inquietas, mi mente ansiosa. El perfume de la parca, las olas que arrastraron a Alfonsina. Un hombre poseyendo a una mujer. Un hombre que se odia, un hombre que lastima, un hombre infeliz e insatisfecho, un hombre imperfecto. Silencio. Aturdimiento. Oscuridad. Enajenación mental. 
Temores paralizantes a la oscuridad, sensación de vacío profundo, noches insomnes. Yo, el lunes, caminando hacia el mar como Alfonsina Storni. Detenida en el horizonte, envuelta en el viento. Escuchando la voz de P. antes de escuchar la de A. De pronto, yo, frente a la playa helada, hablando de dolor. Mi lenguaje rebuscado hace que A. no me entienda en más de una ocasión. "La muerte, el corte y el suicidio son tres cosas distintas", dice preocupada. Mi mirada se pierde en un punto fijo mientras lloro. Quiero vivir.

martes, febrero 20, 2024

Lágrimas dulces se deslizan por los toboganes de mis mejillas hasta caer en la suavidad de la almohada. Despierto en la obscura madrugada, esta vez aferrada a mi luminosidad interior. Alegría al escuchar flamenco y continuar con el proyecto C. Mis labios esbozan una ligera sonrisa, mis ojos aún permanecen hinchados. Envuelta en las palabras escritas por A. Pizarnik y A. Storni. Refugiada en un intenso amor, el cual me arrojará por la ventana de la sanación.
Sentada sola en el banco de la plaza, en comunicación con A., mientras de mis ojos brota una angustia contemplada por una niña de aproximadamente cinco años, fijando su mirada compasiva en mí. En mi mente, le méchant homme y le monstre féminin (una nueva incorporación). Mi psicoanalista divide mi vida: por un lado, oscuridad, temor y ansiedad; por el otro, luminosidad, Bécquer, P. 
Ser como una luciérnaga que irradia luz. 

viernes, febrero 16, 2024

Inanición que culmina en un atracón. Orgasmos displacenteros. Esfuerzos por proteger mi mente de pensamientos dolorosos. Llantos pasajeros. Distraída en la oscuridad. Horas interminables, tristes y confusas. Llamando a un monstruo femenino a gritos. Una pesadilla extensa, realista e impulsiva. Represión sexual, angustia intensa. Sentimientos de incompletud. No puedo amar a P.

jueves, febrero 15, 2024

"Y así pasan los días, de lunes a viernes, como las golondrinas del poema de Bécquer"
Un agujero negro que comienza en la boca de mi estómago, pájaros hartos de sentirse invisibles en la noche. Será mejor omitir el despertar insomne, la excitación sexual y la carta a P.
Rendijas luminosas rompen con la oscuridad total de mi alma bajo llave. Me ahogo en el fondo del mar, o en la lluvia que no me humedece más que mis lágrimas.
Una mano en el picaporte de la puerta, incapaz de percibir mis suspiros mudos y solitarios. Una muerte lenta que no es comprendida, esta vez, como la culminación del orgasmo. Enterrada bajo las sábanas, pasible y refugiada.

miércoles, febrero 14, 2024

Querido P.:

Los días se hacen eternos e insoportables, mientras las horas se estiran como el nado de los peces en el río dulce, escapando de los anzuelos malignos. Mientras tanto, yo observo el verde desteñido de las hojas de los árboles, un telón negruzco que no es más que este capítulo de mi vida, colmado de arañas verdinegras y moscas azuladas.

Deseo acariciar el cuerpo de un hombre que reposa en una cueva sombría, pero me aterra la sola idea de causarle daño con mis manos destructoras de todo lo bello y significativo. Un hombre de mirada penetrante y tranquila, capaz de adentrarse en mi interior laberíntico. Un hombre o un ángel, que, con su tacto, sostenga la fragilidad de mi alma, la profundidad de mi herida.

Con amor, F.

martes, febrero 13, 2024

Me desvelo ansiosa. Seco mis lágrimas en la plaza, en comunicación con A. Fin, muerte, perfección, bondad, desaparición (me fui para no volver). Términos utilizados por mí. Yo, mezcla de falta de valía y defectos. Nada que ofrecer a seres inmejorables.

lunes, febrero 12, 2024

Sueño profundo, tranquilidad en mi mente. Salida al exterior lluvioso: besos, abrazos y cuidados. Repaso esta semana de diálogo con P., pronta a la sesión psicoanalítica de mañana. Me detengo en su rostro cansado, su voz suave. Las señales numerológicas no dejan de llegar en patentes de autos. Dentro de exactamente seis semanas existirán posibilidades reales de ver a l'homme parfait.

domingo, febrero 11, 2024

Salida al exterior. Mi cuerpo se contrae siete veces. Insomnio, gotas que caen desde mis ojos al chocar contra un muro color azul oscuro. Lucha contra mi imposibilidad afectiva. La espera de un momento que parece no llegar nunca, quemando mi pecho abierto. El farol cálido de siempre alumbrando la madrugada fría y más solitaria hasta el momento. 
05:50 a.m.: el filo de una daga cerca de mi ojo izquierdo. De nuevo P. entre mis pensamientos, esto no puede seguir así. 

jueves, febrero 08, 2024

Por primera vez en semanas, he dormido siete horas, sin ninguna pesadilla que me atormente. Niña Pastori canta "Quién te va a querer".
Conversación con P. sobre mis deseos y dificultades sexuales. Entregándole un trozo de mi dolorosa intimidad.
Temor intenso debido a nuestra cotidianidad asfixiante, repaso mis errores y me culpo. Afecto que en su inmensidad grita viveza.

lunes, febrero 05, 2024

Una mala noticia. Una herida de bala en mi sien, mi cuerpo joven y soñador profundamente dormido. Temo partir así del mundo. Reaparece la angustia y la sensación de vacío que creí haber dejado atrás el lunes pasado. La finitud me estruja.
"Te quiero sinceramente", palabras de P. que guardaré en mi corazón emocionado. Afecto que siento en lo más profundo de mi ser. Deseo cuidarlo, arroparlo en mi pecho, como al niño de mi sueño. 
Imágenes violentas, sensación de inseguridad y peligro inminente. Miedo intenso. Es el amor que siento por P. una fuerza que me empuja hacia el cielo. Vuelvo a estar entre sus brazos fuertes con una certeza: existo. Las tragedias se contrarrestan con la dicha de la existencia. 
Sueño con P. Lo escucho tocar su instrumento. Su efigie me tranquiliza como si se tratara de un ángel que viene a rescatarme del dolor. Horas de sueño partidas por el insomnio, comodidad entre las sábanas y un vuelco en mi sentir. 
En la sesión con A., descargué mi ira. La sexualidad ha sido mi vía de escape para evitar profundizar en mis sentimientos hacia P. Silencio inexplicable ante su cuestionamiento: ¿qué es lo que te atrae de P.? ¿Que sufra? 
Hay algo entre nosotros que nos impide soltarnos para siempre. Retornamos a las conversaciones diarias a pesar de las discusiones y la distancia. Ninguno se atreve a poner fin a esta historia, dejando un espacio en blanco, lleno de incertidumbre.

domingo, febrero 04, 2024

Despierto siendo las cuatro de la mañana, después de soñar con un diccionario en francés y un catálogo de películas de supervivencia y guerras. Estoy en lid con P., recordando nuestras palabras y la furulla del día de ayer. Le figurine invisible et sans importance me perturba, poniéndome nerviosa.

"Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá" (J. Sabina). 

Dos horas después, una pesadilla me sacude: personas enfrentándose entre sí, los malos mueren sin oponer resistencia y yo en medio de la escena, en extrema vulnerabilidad, observando dos gotas de sangre impregnadas en un trapo húmedo. Intento ocultar la realidad ante mis ojos: una persona infligiendo una herida en la cabeza de otra. Cuerpos que desaparecen en la nada. Je suis seule. 
Tapo los ojos de mon frère impuissant, diciéndole que no pasa nada; busco refugio en una casa vecina y le compro unos dulces para aliviar el amargor. Un bebé duerme plácidamente, lo encuentro solo y lo abrazo; finalmente, siento tranquilidad en mi pecho caliente. Las personas duermen profundamente, ciegas, incapaces de verme desvelada y triste (es decir, mi madre). Dolor de cabeza.
Dos horas después, espero un autobús apresurada. Busco a una mujer y entro a un hospital con mi equipaje. La mujer se ducha mientras el enfermero le practica sexo oral. Su cabeza sangra tras un golpe. La mujer está a punto de llegar al orgasmo, y yo preparo su ropa. En el pasillo, el hombre está sentado en el suelo mientras los demás lo observan morir sin atinar a ayudarlo. Temor de enfrentarme a la policía al salir. Estoy a punto de besarla cuando despierto confundida. 
Me falta el aire. El agua que moja mi cuerpo no está teñida de erotismo, sino de fatiga debido a la alta temperatura. La debilidad se traslada de mi mente a mi tono corporal. Confusión, preguntas sin respuestas, un embrollo que me llevará camino a la vesania. Sola, escondiéndome del rayo de sol, pienso.
Sueños turbios en los que se entremezclan mi infancia y mi sexualidad. Necesidad de ser protegida de mi vulnerabilidad. Violencia, emociones reprimidas, conflictos internos, agresividad íntima, temores intensos; un vínculo complejo, tenso y distante con P. Nuevamente, una mujer a punto de alcanzar el clímax mientras me desentiendo del acto sexual; reflejando mi inseguridad y ansiedades relacionadas con la intimidad y el equilibrio emocional en mi vínculo con P.

sábado, febrero 03, 2024

04:44 a.m.: despierto nerviosa, inmersa en la nebulosa de P. 
05:05 a.m.: una ira me envuelve en tonos rojizos y negruzcos. 
05:50 a.m.: estallido. 
05:55 a.m.: P. es igual a noches insomnes, ira, tristeza e imposibilidad. Debo sacarlo de la ecuación. 
Mis ojos se humedecen, el cielo oscuro y ahora borroso. Aves blancas desaparecen en la negrura, cuestionándome la realidad de todo lo vivido o si mis sentidos me engañan. Dos manos clavan un puñal en el centro de mi pecho, ¿por qué siento? Alejarme de P. resolvería nuestros conflictos. Inquietud, mi estómago vacío. 

"También en el infierno llueve sobre mojado, lo sé porque he pasado más de una noche allí­" (J. Sabina). 

Une figurine invisible et sans importance; la amante de P. ha vuelto ruidosa, egotista y necesitada de su atención. 
Mi plan de visitar la playa se ve nuevamente truncado, así como mi vínculo con P. Arrepentida de haberle dedicado un último orgasmo. Arrepentida del comienzo, de haber iniciado un enredo de complicaciones. Arrepentida de nuestro encuentro. 
Palabras que zumban como moscardones en mi conciencia. Internamente, una profunda angustia por no ser elegida por P., por no recibir afecto sano sino enfermizo. No significo nada, carezco de sentido; quizá yo sea le figurine invisible et sans importance. Camarón de la Isla y Paco de Lucía interpretan "Tu cariño es mi castigo".
Salida con le méchant homme et la bonne femme. Una mujer seca sus lágrimas. Incomodidad entre la gente, intentos de seducción a la nada misma (finitud). Sevicia, P. necesita mi conmiseración. Fastidiosa y desazonada, atrapada dentro de mi piel suave.
Zozobrar (del lat. sub 'debajo' y supra 'encima'.):  
2. intr. Perderse o irse a pique.

viernes, febrero 02, 2024

GUSANO 3.— ¿Eres acaso un hada?
MARIPOSA.— Yo no sé lo que he sido;
Me saqué el corazón
Y el alma lentamente;
Y ahora mi pobre cuerpo
Está muerto y vacío.

GARCÍA LORCA

jueves, febrero 01, 2024

05:55 a.m.: me he soñado en pareja con una mujer.
Continencia (del lat. continentia.):

1. f. Moderación de las pasiones o sentimientos.

2. f. Abstinencia sexual. 

   Sin.: castidad, pureza. 

22:22 p.m.: empiezo a pensar que P. podría enamorarse de mí, a pesar de mis desviaciones. Experimento placer auditivo al escuchar nuevamente el tono de su voz.
Combatiendo mi vacío existencial.