domingo, abril 20, 2025

Hoy se cumplen tres meses desde la última vez que hablé con P. Desconozco si leyó mis mensajes recientes o si, por el contrario, optó por evitarme. De cualquier manera, A. tiene razón: lo nuestro ya terminó. 
Después de mi última sesión psicoanalítica, no solo decidí tirar las cartas que le había escrito, sino también fortalecerme. Estuve comportándome como una persona inmadura, infantil, necesitada de afecto, y no puedo seguir derrumbándome solo porque alguien no quiso formar una relación conmigo. 
No puedo forzarlo a leer mis palabras ni a recibir un regalo que, además de haber rechazado anteriormente, no se merece. 
Es hora de que empiece a ser una mujer adulta y me trate a mí misma como tal, evitando caer en obsesiones que solo me destruyen, como fue el caso de P. 
Seguiré trabajando en eso.