domingo, abril 13, 2025

Todavía conservo un peón

Mis ramas se debilitan; pronto me quedaré sin hojas. 
El suelo está frío, y mis raíces, quebradizas.
Es evidente en mi trazo, en mis palabras, en mi gesto.

Las campanadas de la iglesia dicen que es ahora. 
Él está en el banco de la derrota.
No lo merece, pero ese no es el punto de la cuestión.

Es un punto final.
Una carta de despedida.

El viento me mece, y las heridas se reabren.
Un tronco roto.

Sus ojos me absorben, y me desintegro.

La espera. 
El nerviosismo. 
La conciencia.
Una idea obsesiva.

Preguntas ante un escenario incierto.
Días de desolación y entusiasmo.

Todavía conservo un peón.
Y por el momento, no lo moveré.