viernes, diciembre 29, 2023
sábado, diciembre 16, 2023
miércoles, diciembre 13, 2023
martes, diciembre 12, 2023
domingo, diciembre 10, 2023
sábado, diciembre 09, 2023
A., en nuestra última sesión antes de sus vacaciones, mencionó que el juego de seducción entre P. y yo contradice la razón por la que busqué su ayuda hace algún tiempo. Ese hombre imposible, de repente, se revela como un hombre real y falible.
Si tan solo pudiera, solo una vez, estar íntimamente con P., acariciar su pelo, sentir la proximidad de su cuerpo, besar sus labios. Si tan solo pudiera enfrentar su mirada, si tan solo fuéramos dos seres capaces de ir más allá del deseo mutuo.
La falta de organización y de planificación, un aburrimiento que sofoca, un desgano que me impide rezar (estudiar), ansiedad y falta de motivación que anulan cualquier entusiasmo por los preparativos antes de mi partida el próximo domingo. Fue A. quien me deseó un feliz reencuentro con mi familia, una feliz navidad, una felicidad que ahora parece inalcanzable, un agotamiento que no ofrece relevo.
Mi sentimiento hacia P. logra apagar las luces de la preocupación, dejando en su lugar una lujuria desesperada, un bucle mental saturado de sus palabras eróticas. ¿Cómo llegué a atraerlo con tanta falta de encanto? Él, por su parte, complementa mi carencia con su belleza. Una imagen persiste: él, a contraluz, su rostro delicado y sin imperfecciones, la forma de sus labios, su simetría, su piel tersa y suave, la prolijidad de su barba, y mi subsiguiente suspiro. Él, un hombre con una década más que yo, tan opuesto a mi dulce inocencia, tan dueño de mi pasión.
jueves, diciembre 07, 2023
miércoles, diciembre 06, 2023
lunes, diciembre 04, 2023
En mi boca (en mi mente) llega el sabor de un copo blanco de azúcar. Recuerdo las vueltas infinitas al palo, como si fuera una niña en una calesita, en busca de la sortija. P. tiene el sabor del copo de azúcar, de la infancia, de las duchas tibias y eternas, de un perfume infantil, de un cuento de hadas, de ropita talle ocho o diez, de la hora de la merienda, del afecto parental, de la comida devorada con gusto, de mi estación favorita del año, de una taza de chocolate caliente. P. sabe, con certeza, al retorno de los días felices, al canto alegre, a sentir la persecución de la luna delicadamente. P. esconde dentro de sí algo similar a un cofre, una llave hacia la puerta de la ilusión, el regreso a maravillarse con las pequeñas cosas. P. tiene el sabor de un pasado renovado, de la actualización de la más tierna inocencia. Y cómo lo sé si no podré probarlo. Nunca.
domingo, diciembre 03, 2023
Obligación de someterme a las cuatro comidas del día. Desinterés y displacer al masticar, un cansancio que se apodera de mi cuerpo y de mi mente. La sensación de estar errando, cometiendo algo indebido. Culpa. Un conflicto interno entre mi estómago que implora alimento y mi boca que se lo niega. Cayendo en las garras afiladas de la desesperanza. Y ni siquiera es descontento con mi cuerpo, ni odio, ni castigo. Es más bien una carencia de voluntad, de fuerza y deseo.
sábado, diciembre 02, 2023
Horas incontables transcurren sin alimento, como si fuese un cachorro diminuto y desamparado, a punto de desvanecerse por la extrema flacura. Mi sed anhela una única gota de rocío que se convierta en el antídoto indispensable. Las palabras se aferran a mi mente como raíces en la cisura de mi cerebro, mientras mi boca permanece entreabierta y mis dedos adquieren la humedad de la desconexión con la realidad. Un descreimiento se instala en mí, una incapacidad de comprender el abanico de hechos que se despliega frente a mis ojos. Mi psicoanalista me preguntaría qué es lo que no logro entender y por qué me resulta tan difícil hacerlo (no lo sé). La sensibilidad se extiende por todo mi cuerpo, una piloerección se manifiesta en mi brazo izquierdo, y soy consciente de cada respiración y del acto de tragar saliva, experimentando sensaciones que llegan hasta la coronilla y el chakra raíz.