martes, junio 04, 2024

En diez días será mi cumpleaños número veinticuatro. Oigo que R. conversa con S., con V. y también con A., sobre la celebración de este momento tan inesperado por mí. Haremos una reunión de diez personas. Yo, hasta el momento, no me involucro en ninguna decisión y pienso muy poco en aquel día.
Hace exactamente dos meses tuve mi última menstruación. Este tema llevó a P. a la punta más alta de sus nervios. Al parecer, los falos dibujados por él, daban cuenta de su temor a la paternidad. No quiere verme más para evitar el pánico. Pienso que es imposible estar encinta de P.
En nuestra conversación más reciente, se expresó deseoso de soledad. A su vez, mencionó que si me hubiese conocido "en otra etapa" de su vida, se hubiera permitido tener una relación conmigo. Entonces, en esta etapa de su vida, se prohíbe estar junto a mí, un ser "increíble" e "inteligente", según él.
Enloqueceré pronto si mi vida no deja de llenarse de dramatismo. Enloqueceré si mis ropas no se humedecen de mi sangre coagulosa. Enloqueceré si P. no deja de hablar de amor imposible. Enloqueceré a mis veintitrés años, antes de tener sesión con A. nuevamente. Enloqueceré pronto.