En la tarde de ayer, A. preguntó si quería matarme. Yo lloraba.
Fin académico, ¿fin vincular?, ¿fin de mi estadía en Buenos Aires? Ideas tristes, oscuras y mortíferas.
Fin académico, ¿fin vincular?, ¿fin de mi estadía en Buenos Aires? Ideas tristes, oscuras y mortíferas.
Cité las palabras de P. Me niego a creer que lo nuestro terminará así. Según A., P. se protege del sufrimiento retirándose de los afectos y las relaciones eróticas. Me quiere y me desea, pero...
Hablé con él hace dos días. Le propuse volver a conversar la semana que viene. Me angustia la espera, pues temo que se olvide de mí. Temo que no cambie de opinión y siga aferrado a su temeroso sentir. Temo no volver a verlo.
Imposible mejorar mi relación con la comida. Imposible enfocarme en el estudio. Muchos pensamientos dando vueltas por mi cabeza.
Intento distraerme, cerrarme a lo rutinario. Ayer volví a hacer yoga y escuché música, fue un buen día. Cené con R., dijo que me acompañaría para que no me sintiera sola.
Le conté a mi madre que iré al médico, finalmente. También a A. Ambas se interesaron en esto. P. no lo sabe aún, pero le informaré lo que sea que suceda en cuanto volvamos a dirigirnos la palabra.
Pienso mucho en él, a cada segundo. Y lo extraño. Pienso en su abrazo, en nuestros encuentros. Lo quiero. Deseo recuperarlo con todas mis fuerzas. No dejaré de luchar por lo nuestro.