Me abandono al llanto terminal.
No iré al médico.
No diré una palabra más.
No haré nada. No lucharé.
No moriré por sentirme horrible, monstruosa, diminuta.
No volveré a mirarme al espejo.
Cubriré mi cuerpo con oscuras telas.
No merezco que me quieran, mucho menos que me deseen.
No volveré a tener sexo jamás.
No podré mirar su rostro perfecto sin querer morir.
De hecho, no volveré a verlo.
No debimos llegar tan lejos.
Me ahogo, me asfixio, me lastimo.
Carezco de autoestima y estoy sola, traumada.
Me doy asco.
Tristeza de ser tan joven y estar tan podrida.
No quiero nada. No tengo sueños.
La incertidumbre está destruyéndome.
Estoy cansada, no tengo fuerzas.
No quiero existir. Duele.