miércoles, octubre 09, 2024

Escuchar la voz de P. es música para mis oídos. Estoy segura de que nos veremos muy pronto. Ayer, luego de quince días, tuve una sesión psicoanalítica. Mi mirada se iluminó por completo al hablar de P., y en mi rostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja. Según A., estoy siendo empática con él. Qué ganas de escucharlo reír y hablar muy cerca de mí. ¿Nos besaremos en la boca? Me siento como una púber nerviosa, y me da un poco de vergüenza. No sé si se fundirán nuestros cuerpos en un abrazo, mi única certeza es que lo veré. Suspiro, me atrae irrefrenablemente.