¿Las conductas de P. pueden explicarse por una posible represión de su orientación sexual? Demostrar masculinidad a través de la agresividad, el machismo o la promiscuidad heterosexual; evitar la intimidad emocional y física con mujeres; recurrir a comportamientos compulsivos para distraerse de sus propios sentimientos; aislarse o desconectarse; tener dificultades para mantener relaciones saludables y duraderas; problemas de autoestima... Decir que tenía depresión sin haber buscado ayuda profesional, ¿fue una forma de evitar enfrentarse a su posible homosexualidad?
Me duele pensar que tuvo encuentros conmigo solo para probar su heterosexualidad, para distraerse de sentimientos no expresados hacia los hombres. Quería algo superficial, como besarme, probablemente para satisfacer una necesidad física. ¿Experimentaba atracción hacia mí y, al mismo tiempo, negaba sus deseos? ¿Eran solo respuestas automáticas de su cuerpo sin un verdadero interés emocional? ¿En qué fantaseaba realmente en aquellos momentos?
Sus relaciones pasadas, su historia sexual y reproductiva... ¿fueron una fachada? Su retiro de las relaciones con mujeres, la racionalización de su comportamiento... ¿La declaración de amor eterno hacia S. pudo ser una forma de convencerse a sí mismo de su orientación? ¿Se protegía del riesgo de que alguien descubriera la verdad? Ahhh... todo es tan doloroso. Pero no debería afectarme ni tratar de entender su sexualidad si ya no forma parte de mi vida.
6:20 a.m.
¿La represión lo llevaba a controlarme y manipularme? ¿Por eso me tapó los ojos con la mano durante nuestro último encuentro sexual, para evitar la intimidad emocional? ¿Por eso me agredió verbalmente, usando un lenguaje degradante? ¿Su pregunta buscaba que yo validara su comportamiento agresivo? Fue inaceptable, una atmósfera de miedo y tensión.
Demasiados recuerdos, preguntas, angustia. Mañana se cumple un mes desde nuestra última conversación. Mañana será lunes otra vez, como cualquier otro día. Y yo sigo pensando en él, intentando comprenderlo, aunque hay cosas que no tienen justificación alguna.
Me apena pensar que pudo haber estado conmigo mientras dudaba de su sexualidad. Me apena imaginar que, en el fondo, deseaba estar con un hombre. Hubiera preferido que me rechazara todas aquellas veces, que se alejara desde el principio, que nunca me buscara, que no viniera a verme aquella última vez. Se fue tarde, después de usarme y lastimarme.
No quiero que esto me vuelva a pasar. No quiero ser la fachada de ningún homosexual reprimido, ni de un hombre confundido con su propia identidad. Ojalá estuviera equivocada, pero lo dudo.