miércoles, marzo 12, 2025

Anotaciones tras una hora y media de exposición al exterior

El clima se siente diferente afuera, más incómodo. Podría estar en la cama. Siento frío en las manos, en la cara y un poco en el cuello. El sol está escondido. Veo pájaros. Pienso que podría salir a la calle. Un gato blanco camina sobre el techo. Siento una paz extraña, a pesar del viento. Me recuerdo remontando un barrilete.
Son las 9:55 a.m., faltan quince minutos para cumplir mi objetivo de pasar media hora fuera. Ayer pasé una hora, y el lunes, una hora y veinte minutos. Mañana debería abrigarme más. Se me voló el papel de las manos. Estoy mejor bajo el sol. Quizá pueda quedarme un rato más. No parece haber ningún hombre cerca. Sin dudas, podría quedarme más tiempo. 
Ayer, A. me preguntaba por qué hablaba de "exponerme" gradualmente al exterior. Miro el horizonte y escribo. El cielo está dividido en tres partes: gris, el sol detrás de nubes blancas, y un tercer cielo azul celestino. El sol volvió con fuerza. Un ruido tolerable. 
A. dijo que estamos bordeando mis emociones. Cree que es comprensible que lo haya estado evitando por su carácter doloroso. Esperará. Me tranquiliza pensar que alguien me espera. Como P., en la esquina de mi casa. Me pregunto cómo estará vestido, dónde, lo imagino y tengo que sacarme las lágrimas de los ojos para poder seguir escribiendo. ¿O mi angustia está ligada a la exposición? 
Según A., P. es solo una idea de mi mente, alguien distante, más bien ajeno. Le conté lo sucedido recientemente, los mensajes a R. y P. Asume que se trata de mis conductas obsesivo-compulsivas. Cree que, a pesar de mi "pseudo-delirio", conservé la noción de la realidad en todo momento. Cuando me preguntaba "¿Qué estoy haciendo?", me retiraba, indigna, por cierto. 
Son las 10:20 a.m. Cumplí mi objetivo por tercer día consecutivo. Para esto, tuve que hacer otros esfuerzos. Respiro profundo por la boca. Me recuerdo que tengo que continuar con mi rutina, además de tomar aire y escribir. Debería alejar la vista de los papeles más seguido, y el cuerpo de la cama. 
¿Qué conexión tendrá esto con la agorafobia? No debería salir tan temprano; las 10:30 es un horario razonable. Se despejó el cielo. Tranquilidad absoluta. Me pregunto por qué dejé de hacer esto. Comprendo que la idea del hombre era irreal, entonces no temo. Creo que me encanta esta época del año. 
Me pregunto si mañana saldré a la calle, después de mucho, mucho tiempo. Tengo que esforzarme para hablar con A. sobre mis emociones en cuanto a la fobia. Responder "no sé" después de una semana es inviable. 
Se cumplirá una hora de exposición. Podría pasar todo el día fuera, solo escribiendo. Garabatos en tinta roja y papeles que se independizan unos de otros. Estas mañanas son ideales. ¿Cómo mantendré mis momentos introspectivos cuando vuelva a la rutina? 
"Sin vos no puedo ser más que un montón de nada", mi mente me atornilla a lo ajeno. Se está mejor en la claridad de la sombra. 
Pasé una hora y media fuera y, si bien no tengo ninguna excusa para retirarme, logré mi objetivo con creces. El día debe continuar. 
Es todo.