viernes, marzo 22, 2024

Me desvelé, habiendo dormido poco más de tres horas. Mis ojos se bañan de luminosidad, mis primeras palabras van dirigidas hacia P., con ternura según él. Le cuento mi sentir, confiándole mi angustia. Lo que suceda entre nosotros escapa de mi control, quiere decir que esté tranquila.
Salida al exterior, un cansancio que me pesa en el cuerpo prontamente, dejándome sin energía. Mi autoestima desaparece, anhelo dejar de ver mi rostro. Pensamientos catastróficos me acechan, como queriendo hacerme llorar. Me relajo en la cama, leo y comienzo a estudiar sobre la perspectiva de género en la adolescencia. Casi se me olvida P.