sábado, enero 04, 2025
Gracias a P. conocí el amor de verdad, y siento que tengo una conexión especial con él. Pero en medio de esta parálisis, veo un hombre frío, orgulloso y cortante, y eso me duele. Siento pena, cansancio, vacío. Aunque notaba su felicidad cuando estaba conmigo, me hace pensar que aquel afecto era irreal. Entre nosotros, siempre hay un obstáculo: su miedo al amor. Ahora, con un bloqueo emocional importante, necesita distancia, perspectiva, tiempo. A pesar de mi predisposición, P. está hermético, ausente. Siente mucho más de lo que ha dicho, y está confundido. Me dolió que no me haya tomado en serio, que se haya comportado como si yo no le importara. Y, en parte, me hace alejar, decepcionándome. Puedo llegar a reconocer que no me merezco cómo me trató, que fue muy injusto conmigo. No me valoró, y me hizo sentir que no existo, y que estoy en un lugar donde no se me quiere. Únicamente con mi silencio se dará cuenta de que tiene que cambiar, porque no tiene justificación alguna para comportarse así conmigo. Tendrá que sentirse muy solo para entender que hay algo en él, que no es más que su necesidad de tener todo bajo control; como un juego de poder donde él es muy dominante y yo, sumisa, termino cediendo a que la relación sea a su manera. ¿Será posible que su orgullo le permita pedir perdón y dejar de querer dominar nuestra relación?