Me desvelo, solitaria y oscura. En mi memoria, Jeanette canta "Porque te vas", mientras una lágrima recorre mi mejilla derecha.
Un gesto amable, considerado. Una petición, ni excesiva ni desproporcionada: un momento. En su lugar, un trato lamentable, insensible, despiadado, egoísta.
Es lunes, y me hacen sentir insignificante, despreciada. Se me ignora, rechaza y abandona. Se me desvaloriza, y esto me enoja y me entristece profundamente.