jueves, septiembre 05, 2024

Desperté a las tres de la mañana. Supongo que masturbarme pensando en ÉL ya es parte de mi rutina. Han pasado tres horas, y creo que mi clítoris es un monstruo hambriento. Me erotiza lo imposible, no es ninguna novedad.
Anoche, le correspondió a mi cariño. Usó dos palabras: imposible y lamentablemente. ¿Por qué siento que, en el fondo, no quiere dejarme? "Your Loving Flame" retumba en mí.
Llegué del trabajo, tomé un baño, y caí exhausta en la cama. Viví un momento intenso y preocupante con J., ya que parecía que se ahogaría con su tos. No se sentía bien, y yo, a pesar de mi cansancio, lo socorrí.
En fin, quisiera hablar con A. sobre lo sucedido con P. Este lunes que pasó, no pude entrar en detalles. Ayer tuve un día difícil, en el que lloré mucho. Tuve cuatro orgasmos, además. La ira triste es ahora excitación angustiosa.