domingo, junio 29, 2025

Un hada, un cisne (Sui Generis)

I – El olvido que olvida lo olvidadizo
Si reapareció P., ¿por qué yo no? 
Bueno... lo cierto es que no lo pensé tanto.
Un poco me reprimí. 
Otro poco me reconstruí.

II – Pulsión de muerte
Solía vaciarme de palabras, 
apagar todas las luces, 
refugiarme en la cama,
llorar y llamar, en ese orden.
Solía anhelar milagros:
instantes, gestos, miradas.

III – ¿Qué te puedo decir? 
Este diario, fiel testigo de mi sufrimiento,
¿podrá captar la música, los colores,
las letras ordenadas, las ilusiones nuevas?

IV – Emparchar la autoestima
Me pregunto si quedaré en bancarrota
después de todo lo que invertí en mí.
En mi identidad.
En mi yo de dieciséis.

V – Un no sé qué 
El rock nacional, más allá de Callejeros,
tiñe mi ropa. Un efecto dominó.
Todo es extraño después de haber estado 
paralizada.
Una cuota de entusiasmo, 
una suerte de recompensa,
de reparación de daño.
Un golpe de realidad...
o de pulsión de vida.

VI – Las melodías, las letras
Quiero llevarme la música a cualquier parte.
Hay sanación, salvación, después de todo.
Y se escucha bajo el agua,
más fuerte que los truenos, 
que las tristezas amargas.

VII – El síntoma doliente
Las horas que me encontraban rumiando,
repitiendo aquella letra...
Parecía que el sol nunca iba a brillar.