Me costó mucho dormir, y desperté a las cinco de la mañana. Pienso angustiosamente en ÉL. R. habla demasiado, parece contento. Esto despierta mi ira. Solo quiero acurrucarme en la cama y llorar, pero tengo que seguir trabajando. En la calle, escuché a una mujer hablando por teléfono. Estaba parada frente a una vidriera de ropa infantil, y decía: "Todos estamos cansados, yo también estoy cansada". Creo que era yo, hablándole a un hombre que no me quiere.
Siento que todo está girando en una espiral: palabras hirientes, silencios, besos, abrazos, miradas tiernas, caricias suaves, expresiones deseosas y afectivas, alejamiento, fin, ira triste, resignación, cuerpos desprendiéndose, una voz llorosa, un miembro erecto, un manantial de flujo, un hombre, una mujer, horas efímeras y otras eternas, espera ansiosa, rechazo de la realidad doliente, paredes que asfixian, falta de deseo y cariño, frío oscuro que quema.