Otra vez. P. habla de culpa, incomodidad y desinterés. Al parecer, el presentimiento reflejado en mi inconsciente de que no quería verme más se volvió real. ¿Es el mismo hombre que hace dos semanas me abrazaba en medio de la calle? ¿O acaso aquel era otro, y no este? Un total desentendimiento de la realidad cambiante. El sol abraza mis brazos desnudos mientras observo a mis gatas recorrer el patio. Perdí el apetito.