martes, julio 23, 2024

No permita usted
que me enajene,
vuélvame psicótica
o al desamparo me entregue.

No deje que caiga mundana
por toboganes renegridos,
atada de pies y manos,
devorada por cuervos impíos.

Yaceré en este agujero,
seré cenizas estériles;
si algo he de ser, seré vacío,
como lo es usted en sus confines.

Palabras sin sentido,
pues no nacen de sus labios,
fallecen en mi boca,
tristemente aciagas.