martes, enero 30, 2024

Latidos anales que culminan tras la llegada de orgasmos múltiples. Necesidad física de ser penetrada por P. Cuatro horas de insomnio e imágenes fantasiosas de carácter erótico girando sobre mis pensamientos. Un coágulo de sangre se impregna en mi ropa interior. Sensación de estar psíquicamente enferma, una suciedad que no se quita con agua tibia. Nunca he escrito sobre P. como hombre real, sino como un ideal. Esa diferencia ha sido destacada por A. en la sesión de ayer. P. est un homme fantastique qui vit dans mon esprit.
"No quiero ni puedo estar con vos, P. (...) Ni ahora ni nunca", palabras que han sido entendidas por l'homme parfait. Un avión desaparece entre las nubes mientras acrecienta mi deseo por sentirlo cerca. Le he dicho a mi psicoanalista que siento una conexión emocional muy fuerte con él. Desde los inicios de nuestro vínculo, me he interesado por sus experiencias de vida, escuchándolo e intentando comprenderlo. Una fuerza invisible me une a P., como si no pudiera sentir algo así por otra persona.
20:02 p.m.: práctica de yoga. Me culpo por haber llenado mi vacío emocional con satisfacciones físicas (sexuales). Intento cuidar mi mente de cualquier perturbación. Aceptación momentánea de mi cuerpo y mi rostro. Hoy he canalizado mi angustia, o la he escondido donde ni yo pude encontrarla. Risas cómplices con mi madre y la ausencia de P. que parece dejar de atormentarme, al igual que la figura de le méchant homme. Dolor de cabeza. 
Me pregunto qué esconderá el silencio de P. ¿Qué significará su afecto hacia mí? ¿Seguirá deseándome? ¿Recordará nuestro encuentro? Interrogantes que me desvelan, o como le he dicho a mi psicoanalista, "me quema la cabeza". No deberían preocuparme los sentimientos ajenos; es una costumbre que dejaré con el correr de los días, o eso espero. Nunca estuve tan segura de mi sentir con respecto a él; de repente, todas las fichas parecen secuenciadas en mi corazón.