sábado, abril 13, 2024

Estoy atada a una preocupación. Recuerdo mi expresión pudorosa de lo sucedido con P. ante la mirada penetrante de A. ayer por la tarde. Cinco horas de desvelo, dos destinadas a mirar una película argentina, tres de pura excitación. P., agotado, no sigue mi juego de seducción. Llevo varios días soñando con D., un niñito adorable. Otras figuras tiernas infantiles vienen a mí oníricamente, supongo que será la angustia de ver crecer a mi hermano y asumir el luto adulto. Intento evadir la realidad recurriendo al mundo de la fantasía. 
Desearía ver una película con P. mientras lo acaricio y beso. ¿Aceptaría tener una "cita" conmigo? Temo quedar en ridículo, honestamente. ¿Y si solo quiere tener encuentros eróticos conmigo? ¿Y si piensa que quiero avanzar o me siento confundida? Mientras estaba en sesión, vino a la esquina de mi casa. Me pregunto qué querría, qué hubiese pasado si estaba disponible. ¿Deseaba besarme? ¿Me extrañaba? 
Lloviznó durante todo el día, yo me limité a estar recostada. R. me preguntó si me sentía bien, me invitó a cenar y tomó mi mano derecha con ambas suyas, dándome calor. Pensar en esto me angustia de repente y despejo las lágrimas de mis ojos. Yo: un ser glacial (3. adj. Muy frío o indiferente en sus afectos). ¿Por qué soy tan diferente cuando estoy con ÉL? ¿Por qué el afecto me desborda y necesito demostrárselo físicamente? ¿Por qué deseo tanto volver a verlo? Supongo que a él le ocurre algo similar, sino ¿por qué vino hacia mí ayer?
Me sorprende sentirme protegida, cuidada, deseada. Me pregunto qué sentirá por mí. Asumo que lo excito y eso es todo. Serán nuestros cuerpos que se atraen magnéticamente, será el cruce cómplice de nuestras miradas, nuestra picardía, será inexplicable pues no hay palabras en su almacén semántico que abarquen lo que le sucede, o no lo comprende, o no querrá hablar de "esto". A veces me pregunto si todavía me quiere o solo desea mi carne tierna y carente de nervios. Soy tan joven e inocente.