Fue Artaud quien en algún momento escribió que "es preciso tener mucha fuerza de voluntad para no dejarse llevar a la eternidad y permanecer en el tiempo". Un zócalo cayó al suelo, quizás a causa de la torpeza de un gato que, en su desdicha, dejó una herida en su pata delantera y ahora se manchaba con su propia sangre. Sin embargo, la duda se posa sobre la realidad, y me pregunto si ese zócalo alguna vez cayó o si el gato es una mera invención de mi mente errante.